viernes, 5 de octubre de 2012

Editorial No Solicitada: Jugando con quijadas de burro

Puesssss... Si, ya ví que en septiembre parece que eché la güeba y no escribí mas que una triste editorial de pobre lectura, pero pido indulgencias a mis masoquistas e inclementes lectores que quizá esperaban un poco más de saña de este su torturador briagadales. En mi defensa, debo decir que mientras la mayoría estaba probablemente preocupándose por la reforma laboral que amenaza a imponerse en nuestras tierras mexicanas, el suscrito anduvo de gira obligada de punta a punta a punta puta de nuestro continente.

La segunda semana del mes me tocó peregrinar por tierras panameñas y costarricenses y la cuarta llegué hasta la frontera con el gabacho en el lugar más feliz de la tierra que, aunque a los ticos les duela, siempre será Tijuana (y es que con tanto masaje con final feliz que hay por aquellas tierras, no puede haber duda sobre la felicidad del rumbo).

¿Que por qué del viaje? 

Pus porque había que ir a vender de puerta en puerta las manualidades y el macramé que terminamos por hacer a falta de lectores que nos saquen de pobres.

Ahí vamos el tío, el gato y yo, rondando la tierra con nuestra maleta llena de artesanías y preguntándonos por qué nadie quiere comprar consoladores hechos de hoja de latas de cerveza recicladas (puritanos estos, tan bonitos que nos quedaron).

La cuestión es que en nuestros viajes nos topamos con una serie de vicisitudes que personalmente me llevaron a pensar que el mundo adolece o se puede preciar de participar en un juego muy particular que igual es la verdadera razón por la que somos lo que somos y no equinos dolentes de bicefalia (aish, ya me alburie solito).  Mis compañeros de viaje igual ni cuenta se dieron porque se la pasaron echando desmadre y bebiéndose las pocas ganancias que logramos mientras el que escribe se la paso en joda tratando de convencer a las autoridades locales de que la hierba que llevaba el pinchi gato Lugossi no era marihuana sino hierba gatera (catnip) y la que llevaba el tío era... ejm... su remedio para la reuma.

Empecé a darme cuenta de los elementos del juego cuando el personal que nos detuvo en los múltiples retenes que pasamos se mostró más interesado en el volumen de los envases de desodorante, chapú y anexas que cargábamos más que en el hecho de que un gato gris/azulado se la pasara cantando "el gato voladooooooor" con coros de un paisanito en estado de ebriedad que solo alcanzaba a decir "e' ato ioladooooooooor".

Los de la aduana hacían como que hacían su trabajo mientras a nuestro lado, al cruzar la línea entre Tiyei (Tijuana) y el gabacho, pasaban entidades cargando enormes maletas en las que bien podrían haber varios niños pequeños, un kit para terroristas marca "mi alegría" o ya de jodido la suficiente heroína como para poner a volar a todos los gatos de un vecindario.

"El gato voladooooooooooooor"

Pero es que también... La verdad es que ni cómo culparlos: De acuerdo a la legislación aplicable, sólo el 10% de las maletas o bultos que cruzan la frontera es revisado porque son cientos de miles de personas, vehículos y hasta equinos con bicefalia que pasan de un país a otro y si se pusieran a revisar a todos... Pus creo que allá seguiría, esperando turno para revisión.

No podemos tapar al sol con el pito, por más grande que creamos tenerlo. Muchas de las cosas que esperamos de nuestras autoridades, aunque pudieran resultar exigibles a punta del derecho divino que nos cargamos por el hecho de ser seres humanos (y no equinos con bicefalia), simplemente no son realizables, pero como una de las políticas de todos los Estados del mundo mundial es negar su propia vulnerabilidad, nos vemos frente a políticas estúpidas que pretenden hacer como que cumplen con su función cuando en realidad son lo que son: una medida de contención que se rige por el "de esto a nada... mejor esto".

Creo que eso es parte del derecho divino que nos cargamos por el hecho de ser seres humanos (y no equinos con bicefalia) y por eso el gato Lugossi se caga de risa cuando se pone a leer estas editoriales.  No creo que sea que le cause gracia el hecho de que seamos una especie con tendencia a la extinción, porque la conciencia de ello lo llevaría a caer en coma existencial ("si estos se mueren quién carajos me dará de comer") sino más bien porque nos negamos a reconocer nuestras propias limitaciones y lloramos cuando nos damos cuenta de que lo que hacemos a veces es simplemente parte del juego ese que mencione y  que esta en transcurso y ha estado en transcurso desde que... Bueno, desde que los primeros pelados vieron nuestra tendencia hacia el averno.

Como lo dije en otro apartado de este espacio, mi teoría es que el ser humano hace lo que hace simplemente porque puede hacerlo, sin tomar en cuenta las consecuencias de sus actos y eso quizá obedezca al trauma de especie que tenemos por el hecho de ser los animales más frágiles de la creación (sinceramente nos rompemos o lloramos por cualquier cosa). ¡Coño! Así... ¿Cómo no vamos a tratar de compensar en nuestra imaginación de especie por lo que la naturaleza no nos dio?

Que no los engañen, que no les digan, que no les cuenten.... Cuando vimos los efectos nocivos de nuestra naturaleza egoísta, vimos la necesidad de tratar de mantenerla a raya y por eso se idearon sistemas de contención en los cuales se establecieron parametros mínimos para que no nos terminaramos comiendo entre nosotros mismos.

Esos sistemas de contención empezaron con una delimitación lo que se supone  "aceptable" o "no aceptable" para vivir en sociedad y de ahí surgieron las leyes.

 Las leyes no son la cura para la enfermedad de ser quienes somos, son simplemente medios para sobrellevar los síntomas.  La ley te dice "esta prohibido matar" pero no le impide realmente a nadie el agarrar la quijada de un equino y surtirse a su hermanos lambiscón (Ver: historia de Caín y Abel); La ley te dice que se te va a imponer una pena de prisión de hartos años por andando de candulfo con tu vecina menor de edad, pero no te va a enchironar por si sola cuando la urgencia te gane (¡so pedofilo bizbo! ¡desgraciado!... ¡Está bien que esos melones no los venden ni en el men's club pero todavía tiene 17!).  El sistema de contención requiere de muchos otros elementos para cumpir su cometido y así, se necesita toooooda una estructura de gobierno para tener polícías que se apañen a la gente, un sistema de allegarse recursos para funcionar y hasta instituciones que le expliquen a los chavitos por qué resulta "no aceptable" el rajarle la mandarina a su hermano lambiscón.

La cuestión es que la mayoría de las veces el sistema no funciona y no puede funcionar ya sea porque no hay dinero suficiente para hacer que funcione, porque la gente a la que se le va a aplicar no está dispuesta a que funcione o porque ya, así en corto, resulta más benéfico para todos que no funcione... Digo, si al final de cuentas todavía no nos comemos los unos a los otros... ¿Qué chingados? Resulta más fácil hacernos pendejos y hacer como que puede llegar a funcionar... Eso es lo nuestro, el jugarle al que no pasa nada cuando el bicéfalo se nos deja venir con toda su furia.... Si hasta nos tapamos con un pinche capopito, que diga, capotito, como si eso fuera a parar el embiste.

En la nueva reforma laboral, por ejemplo, el gobierno mexicano está regulando el outplacement y establece la jornada laboral "por hora" para incentivar la creación de empleos.

No, no me mire con esa cara pinchi tío, que no le estoy hablando en lenguas, a ver, trato de explicarle: el "outsourcing" o "subcontratación" implica que un tipo contrata a alguien para darle un servicio a otra persona para que esa otra persona no tenga que cumplir con las obligaciones que, como patrón tendría con su trabajador (como inscribirlo al seguro social, darle aguinaldo y todas esas cosas tan lindas que un régimen de "seguridad social" le abona a su gente); por otra parte, la contratación por hora implica la posibilidad de que la raza reciba su salario atendiendo a las horas que trabajó y no atendiendo a la jornada laboral concluída (osease que te pagan por hora en lugar de pagarte por día).

La teoría es que si el patrón es capaz de contratar a un trabajador ahorrandose lo que le cuesta la  contratación (como cuotas del seguro social o apoyo para la vivienda) o puede compartir el costo con otro patrón que contrate al trabajador para otro empleo, se van a crear más empleos.

El pedo es... ¿Realmente vas a querer un empleo por cuatro horas y luego moverte a otro que quizá esté en el otro lado de la ciudad por otras cuatro horas para ganarte una pinche miseria?

¿Por qué habrías de querer eso cuando igual pones un puesto de discos pirata y ganas el triple sin moverte de tu lugar (y hasta puedes estarte leyendo las obras completas de William Shakespeare.. pa que vean que la piratería también es cultura)?

El problema no es que no haya empleos, es que los que puede llegar a haber son una mierda y la reforma laboral no está atacando ese problema, pero pussss... Hay que hacerle como que si porque los patrones por si mismos no se van a poner a darles buenas condiciones a sus trabajadores si ello implica dejar de ganar lana.

El problema en realidad es que está mucho más cabrón quitar los changarros de discos pirata de las calles que hacer una pinche reforma (que la neta igual le da algo en que entretenerse a nuestros legisladores)... ¿Por qué complicarse la vida que es tan corta?

Mejor jugamos a que lo que digan una bola de cabrones en el poder legislativo nos van a solucionar todos nuestros problemas y ¿quién sabe? En una de esas alguien que importe se la termina creyendo y somos felices... Igual hasta más felices que en el lugar más feliz del mundo y no, no me refiero a Costa Rica, sino a Tijuana (makes me happy) ese.

Edecanes de los "Xolos" (equipo local de futbol de Tijuana)