lunes, 18 de junio de 2012

Editorial No Solicitada: Ojalá que llueva café

No están ustedes pa saberlo ni yo para contarlo pero... Ok, ok,  yo si estoy para contarlo porque si no no tendría anécdota que pudiera servir de introducción a esta molestia pseudo intelectual que les preparo esporádicamente, así que antes de que el tío despierte, les cuento que hace muchos años, en un lejano lugar, mientras trabajaba en un despacho (estudio) de abogados conocido por su profesionalismo y correctividad, tuve un compañero que solía "excusarse para ir por un café"  cada vez que acababamos de comer. Independientemente de que recién nos hubieran traido el brebaje negro que la costumbre dicta  para acompañar el postre en las latitudes por las que habito, el tipo siempre se levantaba "por un café".  "Che loco" pensaban todos (y no porque fuera argentino).
Pero uno que tenía que trabajar cerca del tipo y había sido informado de  la mecánica de sus intestinos, sabía que él no se disculpaba para salir a comprar un café en algún otro lugar, no se paraba de la mesa para conseguir una bebida, sino "por" (a causa de) un café, un café que estaba a punto de fugarsele de la tripa. Escatológico, sin duda, pero si uno no lo olía, ni se enteraba.
Vaya, hay que reconocer que independientemente de las disfunciones de sus tuberías, el tipo tenía hasta eso gracia para disculparse por aquello del "corre que te alcanza", pero igual el recibir una oferta de "café" (como en "vamos por un café") ya no volvió a significar lo mismo después de trabajar en aquél lugar. Condicionamientos malicnos que surgen del día con día y le dan en la madre hasta a Café Tacuba (por qué tengo la pertinaz visión de unos mojoncitos bailando cuando oigo a tan entrañable agrupación?).

Y ya ni decir cuando esa tan entrañable agrupación se revienta el cover de "Ojalá que Llueva café"... No, bueno, eso me trae recuerdos de cuando confundí las tabletas de laxante con la medicina para curarme las lombrices... Y si el retrete tuviera conciencia, me recordaría la madre.

Pero dejando animismos de lado y onanismos de frente, la cuestión es que a estos últimos días no me he podido quitar de la cabeza al sujeto aquél de las excusas ingeniosas y los escusados tristes, y es quizá por eso que no he podido venir a molestarlos con mis letritas.  No, no es el hecho de que en la oficina en la que trabajo actualmente  pretendan homologar el contenido de todas las tazas (uta que gacho está el café de la H. empresa), sino porque hay un humor a mierda recorriendo todo lo que se puede ver y oír. Todos están en el trance pujador de las campañas para la grande, la puja máxima, la puja para la silla presidencial.

No puede uno estar más de cinco minutos sin que el radio, la televisión o hasta el paisaje le eructe encima un pedacito de la caca electoral y lo más gacho es que ya viéndolo bien, todos hemos contribuido al enrarecimiento del ambiente.

Mea culpa (No, gato Lugossi, tu mea en tu caja de arena!): Les receté un perfil del inicio de las campañas,  les hablé de la contradicción que cada uno de los candidatos implica por el sólo hecho de existir y así por el estilo creo que tooooooooodos en el país han hecho de menos un comentario para contribuir la pinche lluvia de café que nos ha estado arrasando cual huracán desde el 30 de marzo.  Hasta los C. extranjeros con los que he platicado desde entonces me han comentado una o dos simpatías de lo que ven en lo que está pasando en el país (particularmente muchos encuentran curioso que varios partidos tengan un mismo candidato aunque tengan idearios políticos diferentes).

Podría pensarse que eso que tacho vulgarmente como lluvia de mier... café, es simplemente la efervescencia de un proceso electoral saludable donde la participación del pueblo se está haciendo patente más allá de cualquier resquicio de duda y....

Oh, pinche gato, ya que estaba agarrando vuelo (¿qué parte de "en tu tu caja de arena" no entendiste?).

La cuestión es que no, la neta dudo que lo que estamos viviendo sea sano y es que creo que las elecciones se están viendo como algo que no son o no deberían ser.

Dadas las circunstancias, en las cuales no puedes voltear medio centímetro sin ver la jeta de un candidato, la presión de todos los medios se ha establecido como una mano enorme que esta empujando a la gente a a participar en un procedimiento que igual no tiene sentido. Nos están forzando por el gañote que lo que estamos viviendo es una democracia, pero el que escribe es re pendejo y la neta no ve ni el "demos" ni el "cracia" en el asunto.

Se supone que la democracia es el sistema de gobierno por el cual, el pueblo tiene acceso a los medios de gobierno pero de acuerdo a nuestro sistema jurídico, eso no es posible y les pido por favor que, aunque esté más largo que rosario cuaresmeño traten de leer lo que está en este "azulito" porque ahí se explica cómo nuestro sistema jurídico establece un régimen de exclusión que difícilmente se puede considerar como "un gobierno del pueblo" así que... ¿Pa que se hacen?.

Nuestras leyes están diseñadas para que el pueblo tenga que elegir a alguien que simple y sencillamente no es parte del "demos", es parte de una estirpe muy específica que no comparte nuestras penurias y que a ciencia cierta, difícilmente sabe que es lo que los que estamos del otro lado del escusado tenemos que palear todos los días para mirar al sol como ellos lo hacen.

¿Y saben qué es lo peor?

Que por toda la puta cadena de mensajes que nos han estado mandando los medios de comunicación, la mayoría terminamos sintiendo que tenemos que ser parte de ese juego que se ha diseñado para que nos lleve la chingada.

Como dije antes, cada tres y medio minutos, o casi cinco - si nos vemos afortunados-  aparece en la pantalla o en la bocina o en la página un pendejo diciendo que que debemos elegirlo para que represente a nuestro país y lo cabrón es que aunque el tipo o la tipa prometa el cielo, lo cierto es que, legalmente no tiene realmente razón para cumplir su promesa.  El engendro puede pregonar vítores a la virgen de Guadalupe y asegurar que la MORENA puede bajar del cielo para hacer que todo salga bien, pero eso, legalmente y como dijera Arturo de Córdova, "no tiene la menor importancia". Finalmente los que están en la página, la pantalla y la bocina están haciendo lo que deben, digo, no hay nada que los obligue a actuar diferente y si no cumplen sus promesas... Una mano adelante y una por detrás (como mejor le caiga a la indiada). De todos modos no pasa naaaaaada.

Actualmente no hay nada, ningúna Ley, ningún recurso que obligue a un candidato a cumplir sus promesas cuando asuma el cargo para el que se postula, así que ¿por qué no darle a la gente una poca de ilusión?. ¡A darle a la política de los Reyes Magos! Los electores ponen su cartita en un zapatito modificado para parecer urna y esperan con ilusión y fe a que lleguen sus regalos... ¿A poco no es bonito?

Se oyen anuncios en que los candidatos se comprometen a reactivar la economía del país como si ellos solitos pudiéran hacer que todas las variables económicas que se requieren para hacer una economía sana mágicamente se conjuntaran para sacarnos del hoyito del diablo al que cada día nos deslizamos más (porque no sé si lo han notado pero el dólar ya empezó a subir y las cosas ya empiezan a estar más caras mientras nuestros salarios siguen igual); se ven anuncios en los que los candidatos a la presidencia prometen reformas legales como si ellos mismos pudiéran hacerlas sin depender de lo que diga un Poder Legislativo; anuncios en los que prometen aumentar el nivel educativo del país como si los candidatos fueran a ir a obligar a los chamacos a estudiar... Pero aún así, se pretende que votemos a la de a cartón  por uno de esos cuatro reyes magos, se espera que el electorado le tenga fé en los candidatos sancionados, autorizados y ungidos por la sacro santa autoridad electoral aún y cuando esos candidatos conozcan en poco o en nada de las necesidades de quienes los van a elegir, pero eso sí, tienen millones de pesos para comprar una estructura publicitaria capaz de bombardearnos salvajemente hasta que roguemos con ansias la noche del primero de julio, si no por otra cosa, para que se acabe el puto bombardeo. (Y aquí si les digo: TOOOOODOS LOS PARTIDOS POLITICOS RECIBEN UNA MEGA LANA Y SE GASTAN UNA MEGA LANA EN VERSE BONITOS PARA EL ELECTORADO, eso no es cosa de encopetamientos o gallitos parados).  Votar en estas circunstancias es un acto de fé y así, los de la fe Lopezobradorista piden la hoguera para los de la fe Peñanietista y los de la fe Vazquezmotista piden garrote para los de las otras y los de Quadri... Esos solo piden el 2% de votos para que el partido Nueva Alianza conserve el registro.

No es de sorprenderse entonces que se llegue a grados de fanatismo que impiden a la raza ver las contradicciones o las francas sandeces que su rey mago favorito dice o hace y/o que el creyente se quiera cargar y/o cagar al impío maldito que no comparte sus creencias, situación que no sólo genera pugnas entre los votantes sino que también polariza la opinión haciendo hereje de quien no cree en los Reyes Magos.

Así surge la idea de que no votar sería faltarle al altísimo y como nadie quiere hacer llorar a Dios (o al menos nadie quiere admitirlo) la raza se escoje a un Rey Mago, cruza los dedos y le pone su cartita en al urna... No vaya a quedarse sin juguetes.

El pedo es que cuando amanece después de la elección, NO HAY JUGUETES!!! y NO LOS HAY NI LOS HABRA PORQUE AL VOTAR POR EL CANDIDATO DE UN PARTIDO POLITICO ESTAS MANIFESTANDO QUE ESTAS DE ACUERDO CON UN SISTEMA CREADO PARA AUTOPRESERVAR LAS TRADICIONES RUINOSAS QUE NOS HAN RECETADO UNA Y OTRA Y OTRA Y OTRA VEZ MIENTRAS ESTAMOS DE PENDEJOS Y VAMOS A VOTAR POR GENTE QUE DIFICILMENTE SABRA LO QUE SIGNIFICA ESTAR EN NUESTROS ZAPATOS.

Y es que si, está muy bonito que los ciudadanos queramos tomar conciencia de nuestras obligaciones cívicas, si está muy padre que queramos salvar a nuestro país de la depredación de partidos que nos han sojuzgado con su autoritarismo y...

¿Otra vez pinche gato? ¡En la arena! ¡En la arena! ¿Por qué en mis tenis Naik? (esta bien que son más baratos que los Nike pero igual valen más que un six de chelas).

La cuestión es que al votar en las actuales condiciones estás legitimando a un sistema que no permite candidaturas ciudadanas, que sólo permite que una mafia de gente dedicada a detentar el poder siga haciéndolo.

¡Pero si no votas dejas que los demás decidan el destino del país por tí!

Sh sh sh sh shhhhh tío, a ver, vuélvase a dormir.... Mire, si a esas vamos, esta bien, que los demás decidan el destino del país por mi porque yo no quiero que se me achaque ni una setentamillonesima de la culpa del destino del país con los putos candidatitos que tenemos.

No se confundan: al votar por uno de los candidatos estás diciendo que quieres que ese candidato sea el que ocupe el cargo. Que no les digan, que no les cuenten... Quesque el "voto útil" y su puta madre.

Ciertamente, estadísticamente si tu no votas el candidato que ya lleva la mayoría terminará ganando, pero... ¿Por ello vas a legitimar a otro inútil en un puesto? Pues entonces no te atrevas a quejarte cuando el inútil demuestre su inutilidad y tengas el gobierno ¡que tú elegiste!

Si no te gusta ninguno de los candidatos, tienes dos opciones en realidad: o no votar o ir a la casilla a anular tu voto. Eso es útil y bueno porque finalmente las estadísticas salen a la luz y si saliera que sólo la familia de los candidatos votaron por ellos (o quizá ni eso), entonces podría reclamarse ante el Congreso una reforma política basándose en el hecho de  que, para bien o para mal, la gente no quiso votar por los candidatos en pugna y se tiene que crear un medio para que se puedan elegir candidatos que realmente tengan el apoyo del electorado.  Si, ya se que puede parecer ser una mamada llegar ante la cámara de senadores o de diputados con un escrito solicitando... "lo que sea" (cuando en realidad debería ser lo más normal), pero la alternativa es que todo el mundo vote, aunque crea que por el que está votando es un pendejo y entonces nuestra querida clase política nos siga diciendo lo que hasta el día de hoy nos dice: "pero si las elecciones fueron el resultado de la democracia" y que siga lloviendo café.

Dicho eso, voy a tratar de lavar mis tenis....

domingo, 17 de junio de 2012

Ensayo no Solicitado: PIllis de hoy (tururú tururú)

Nota: Este ensayo fue escrito en 2010 pero las disposiciones invocadas siguen vigentes hasta la fecha de la publicación.  Los números fueron extraídos del presupuesto de egresos correspondiente.


Recuerdo que en esos recuerdos obnubilados de tiempos y lugares re -motos, alguna vez estuvo una clase de la que ya no tengo memoria pero imagino con el horror que me embarga cada vez que insisto en invocar a esos desagradables años en los que estuve encajado en un centro de aprendizaje marista.  No sé si por residuos de academia que se me quedaron en el cuadril o porque la letra que entró con sangre nomás no sale, sé, aunque no me acuerde de la clase, que en el México pre-gachupín la banda de tapa-rabientos estaba separada en dos castas: los macehuales, que venían siendo los “de a pie” y los “pillis”, que se los montaban (o séase los que se mandaban por derecho divino);  luego llegaron los españoles, hubo guerra de independencia, revolución y después de mucho balazo, salió por ahí la Constitución de 1917, que palabras mas o menos, es la que rige actualmente los destinos de los mexicanos pregonando por cielo, mar y tierra que en México todos somos “culeros”, que diga, “coludos”. Si, “coludos”  porque los rabos de los rabones fueron cortados por la garantía de igualdad establecida en un hermoso artículo 1º de nuestra Ley Suprema, que por ser “Suprema”, ni quien le brinque.

Y si, efectivamente, el artículo 1º de nuestra Constitución a la letra dice:

Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todo individuo gozará de las garantías que otorga esta Constitución, las cuales no podrán restringirse ni suspenderse, sino en los casos y con las condiciones que ella misma establece.
Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del extranjero que entren al territorio nacional alcanzarán, por este solo hecho, su libertad y la protección de las leyes.
Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.

Jijos, ¿a poco no se lee precioso? En principio nos dicen que todos los individuos gozaremos de las garantías que nos concede la Constitución, es decir, que TODOS vamos a estar protegidos por los preceptos de nuestra Ley Suprema teniendo las mismas prerrogativas y capacidades reconocidas por la ley y lo que es más, que esas prerrogativas no se nos pueden menoscabar por nuestra condición social, nuestras opiniones o nuestras preferencias: ¡A la chingada los pillis y los macehuales!

¿Si?

Pues no, claro que no y es que si así fuera, tendrían papel de baño en las manos en lugar de esta cosa para limpiarse su “ejm”… “Coludez”.

Para todos es evidente que en México no todos somos iguales, pero pocas veces nos ponemos a pensar por qué y cuando lo hacemos, los más resentidos llegan a la conclusión de que no somos iguales porque unos tienen lana y otros no; la “gente bien” concluye que no somos iguales porque los distintos son una bola de nacos sin cultura o educación y así; cada quien se va confeccionando una razón para el dicho aquél de  “no es lo mismo bacín que jarro aunque salgamos del mismo barro”.

Por mi parte, como el porno ya me carcomió la mitad de la sesera y la otra mitad esta inundada por cerveza, el pensamiento no llega a ser capaz de hipótesis y solo puede atenerse a lo que dicen las letras de hombres legos, cuasi tan pendejos como el que escribe y que sin embargo, son los diferentes más diferentes, los que tienen los derechos que el resto no, los que mandan, nuestros Pillis de hoy.

Pareciera estúpido - y quizá lo sea - el recurrir al imbécil para explicar la imbecilidad, dejar que el cleptómano cuide las arcas del reino o que pilli le hable al macehual de igualdad, pero sin querer queriendo (o casi), es lo que se ha terminado dando en nuestro sistema jurídico: los que se supone que tienen el oficio de hacer las normas para salvaguardar la igualdad se han asegurado de perpetuar en leyes un sistema dividido por clases en el que unos están destinados para la nobleza mientras que el resto, los iguales, estamos a sus órdenes.

No, yo no me voy a echar un choro sobre derecho divino, razón de estado o lucha de clases.  No podría, les digo que mi cerebro ya no da para tanto y aunque diera, la trascendencia de tales razonamientos valdría madres.  La poca o mucha importancia que puede tener lo que a continuación leerán los que no tengan mejor cosa que hacer (pobres güeyes), está en dar a conocer cómo es que nuestras leyes establecen abierta y sin tapujo alguno una casta que tiene derechos que el resto de los pendejos, que diga, macehuales, no tenemos simple y sencillamente porque no compartimos la ideología de los poderosos nacidos a la sombra del águila, sí, esa que los aztecas que vieron de lejos y pensaron que se estaba tragando una serpiente pero en realidad se estaba tragando un pinche churro de caca.

Aguantense tantito, que vamos por partes.

Ya vimos como se supone que todos somos iguales por ministerio de un artículo precioso con el que abre nuestra Constituciòn… ¿Cierto?

Pues bueno, resulta que así como es bonito leer el artículo que he citado y sentir un orgullo patriótico que Dios guarde la hora, igual el sentimiento se empieza a caer cuando leemos otros artículos de nuestra Ley Suprema y más cuando los adminiculamos con otras leyes Federales que terminan por dejar muy claro que sólo una serie de personas con particularidades ideológicas muy especiales puede gobernar y perpetuarse en el poder, mandando y haciendo lo que le de su re-chingada gana mientras los otros solo podemos sobrevivir esquivando las manifestaciones de esa tan “re-chingada gana” de los nuevos pillis.

Vamos echándole un ojo al artículo 35 de nuestra Constitución.

Artículo 35. Son prerrogativas del ciudadano:

I. Votar en las elecciones populares;

II. Poder ser votado para todos los cargos de elección popular, y nombrado para cualquier otro empleo o comisión, teniendo las calidades que establezca la ley;

Poca Madre… ¿No?  Según este artículo, todos los ciudadanos del pais podemos ocupar cargos de elección popular. Todos podemos ser diputados, senadores, gobernadores… Todos los ciudadanos estamos en posibilidad de regir los destinos de nuestro país.  Oye, eso se lee poca madre… ¿No?

Tons ¿Porque este pendejo (el autor) dice que “el sentimiento empieza a caer”?

¡México! ¡México!

Ah, no sé, será porque la maravillosa Constitución que nos cargamos también tiene un artículo 41 que a la letra dice:

Artículo 41. El pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión, en los casos de la competencia de éstos, y por los de los Estados, en lo que toca a sus regímenes interiores, en los términos respectivamente establecidos por la presente Constitución Federal y las particulares de los Estados, las que en ningún caso podrán contravenir las estipulaciones del Pacto Federal.

La renovación de los poderes Legislativo y Ejecutivo se realizará mediante elecciones libres, auténticas y periódicas, conforme a las siguientes bases:

I. Los partidos políticos son entidades de interés público; la ley determinará las normas y requisitos para su registro legal y las formas específicas de su intervención en el proceso electoral. Los partidos políticos nacionales tendrán derecho a participar en las elecciones estatales, municipales y del Distrito Federal.

Los partidos políticos tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de la representación nacional y como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo. Sólo los ciudadanos podrán formar partidos políticos y afiliarse libre e individualmente a ellos; por tanto, quedan prohibidas la intervención de organizaciones gremiales o con objeto social diferente en la creación de partidos y cualquier forma de afiliación corporativa.

Este artículo a fuerza de resumir y resumirnos sus párrafos, dice que la indiada de la que todos somos parte, se regirá, gobernará o empinará  la ignacia por unas cosas llamadas “Poderes de la Unión” o “Los Poderes de Los Estados”.

Ok, tons nos vamos a gobernar por los Poderes de la Unión… ¿Qué son esos?

Los Poderes de la Unión son básicamente las organizaciones que van a dirigir la vida del País como Federación (recua de Estados afiliados) mediante la expedición, reforma, derogación y abrogación de leyes, ejecución de las mismas y solución de controversias.  Por su parte, los Poderes de los Estados las organizaciones que imitan a los Poderes de la Unión solo que en la competencia de cada uno de las circunscripciones quesque independientes integrantes de la Federación.

El Poder legislativo, es el encargado de la expedición, reforma, derogación y abrogación de las leyes  mediante hatos de diputados y senadores; el Poder ejecutivo es el encargado de hacer que las leyes se cumplan mediante presidentes municipales, gobernadores y un putito ahí que se dice “presidente de la república” (junto con su recua de asistentes/secretarios) y; el Poder Judicial es el encargado de solucionar controversias derivadas de la aplicación de las leyes mediante un chiiiiingo de jueces, magistrados y demás “suseñorías”.

No se me pierdan que aquí viene lo ojete en relación con el mentado artículo 41 que cité antes.

Según el mentado artículo, “los partidos polìticos tienen como fin promover la participacìon en la vida democrática, contribuir a la integración  de la representaciòn nacional y como organizaciones de ciudadanos hacer posible el acceso de estos al ejercicio del poder público”.

En principio se podría pensar que lo anterior fue una manera facetoide de decir que los partidos políticos son uno de los medios por los que la raza puede llegar a un puesto de mando en la sociedad pero noooooo…. La interpretación que nuestros tribunales le han dado a este artículo es que  los “partidos políticos” son la única forma, el medio idóneo por el cual el ciudadano puede  “tener acceso” al PODER PUBLICO, o lo que es lo mismo a MANDAR sobre el resto de la indiada.

Y no, no eso no me lo estoy sacando de la manga.

Resulta que en 2006 un tipo llamado Jorge Castañeda quiso registrarse como candidato “independiente” a la presidencia de la República, es decir, quiso, ser presidente de la república sin ser miembro de ninguno de los “partidos políticos” que existían y lo mandaron a la chingada porque la Suprema Corte, el máximo órgano de gobierno que decide lo que se tiene que hacer “hay controversia sobre la aplicación de las leyes”, determinó que independientemente de que la Constitución dijera que cualquier ciudadano puede ser “votado para para todos los cargos de elección popular” como lo dice el artículo 35 de la supuesta Ley Suprema del País, el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales “acotaba” a la Ley suprema y es que el mentado Código dice claramente, en su artículo 218 fracción I, que “Corresponde exclusivamente a los partidos políticos nacionales el derecho de solicitar el registro de candidatos a cargos de elección popular”.

Casteñeda argumentó que el Código violaba el artículo 35 de la Constitución y aún así lo mandaron al carajo porque según la Suprema Corte la resolución del Instituto Federal Electoral que niega al quejoso el registro como candidato independiente a la elección para el cargo de Presidente de la República, toda vez que a partir de la reforma de 1996 al artículo 99 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el examen de la constitucionalidad o legalidad de actos o resoluciones electorales corresponde, en exclusiva, al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación”.

Incluso uno de los güeyes que estaba en la Suprema Corte (el Ministro Góngora Pimentel) dijo que la decisión tomada era una pendejada al mandar a chingar a su madre al resto de los otros Magistrados y decir, en su voto particular sobre el pedo que “…el acceso al poder público, no puede ser monopolio de los partidos políticos. Éstos son, como lo señala nuestra Constitución, entidades de interés público, que tienen como una de sus finalidades, contribuir a la integración de la representación nacional, mas no pueden llegar al extremo de limitar la participación política de los individuos, y su prerrogativa consagrada constitucionalmente, de acceder al ejercicio de los cargos de elección popular. La obligación de pertenecer o ser postulados por un partido político o coalición de partidos, para ejercer un derecho subjetivo público, es contrario a los cauces y modalidades de un Estado plenamente republicano

Como se puede ver, aunque Góngora señaló que los partidos polìticos no podían tener el MONOPOLIO del poder Pùblico, el resto de los Magistrados lo mandaron al carajo y finalmente quedo establecido que para ejercer un cargo de elección popular, llamese diputado, senador, o presidente, se tiene que ser parte de un partido político.

¿Y a nivel local? (de los Estados)

Bueno a nivel local tenemos la experiencia de Felipe Daniel Ruanova Zárate, quien también levantó la mano para ser candidato a la gubernatura del Estado de Baja California en el año 2007 y el Tribunal Electoral del Estado le salió con lo mismo: No puedes ser candidato si no eres miembro de un partido polìtico (resoluciòn del Tribunal Estatal Electroral del expediente SUP-JDC-693/2007).

Aaaa la madre… Pues entonces ¿Qué fregados viene siendo un partido político? ¿Cómo puedo ser miembro para poder de menos ver como me ensarto a quienes me han ensartado todo este tiempo?

Bueno, pues de acuerdo a la página de Internet del Instituto Federal Electoral, los partidos políticos son, y cito: “Los partidos políticos son entidades de interés público que tienen como fin promover la participación de los ciudadanos en la vida democrática, contribuir a la integración de la representación nacional y como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo”(sic).
De acuerdo con el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE),  un partido político “nacional”  (esto es a nivel Federal) es además, una organización que debe tener al menos 3000 (si, tres mil) afiliados con credencial para votar en 200 (doscientos) distritos electorales y, al momento de las elecciones sean el .26% (si, “punto veintiseis por ciento” –menos de la mitad del uno por ciento) de la raza registrada para votar[1].

Independientemente de que los Códigos de Procedimientos Electorales de cada Estado digan algo distinto, creo que podemos estar seguros de que para ser de a caballo (o de a macehual), lease diputado, senador, o incluso presidente de la República se tiene que ser parte de un partido político, una organización con “una declaración de principios” con la que estén de acuerdo un cierto número de pelados. Ta chido ¿No?

A mi no se me hace porque un “principio”, de acuerdo a la Real Academia de la Lengua española es la “Norma o idea fundamental que rige el pensamiento o la conducta”, lo cual nos lleva a concluir que los tres mil cabrones que como mínimo debe tener un partido político, deben regir su actividad por una serie de ideas expuestas en una “declaración de principios”, entre los que según el artículo 25 del COFIPE, se deben encontrar, a la de a güebo: la obligación de observar la Constitución y de respetar las leyes e instituciones que de ella emanen; principios ideológicos de carácter político, económico y social que postule; la obligación de no aceptar pacto o acuerdo que lo sujete o subordine a cualquier organización internacional o lo haga depender de entidades o partidos políticos extranjeros; así como no solicitar o, en su caso, rechazar toda clase de apoyo económico, político o propagandístico proveniente de extranjeros o de ministros de los cultos de cualquier religión, así como de las asociaciones y organizaciones religiosas e iglesias y de cualquiera de las personas a las que este Código prohíbe financiar a los partidos políticos; la obligación de conducir sus actividades por medios pacíficos y por la vía democrática; y la obligación de promover la participación política en igualdad de oportunidades y equidad entre mujeres y hombres” (sic).

Atendiendo a lo anterior, de entrada, los que creen que la mujer debe dejar de hacer “pendejadas” y regresar a la cocina están jodidos, porque el Partido Nacional del Macho Calao (PNMC o Pene-me-cé) no puede existir, y como tampoco pueden postularse de manera independiente… Joditatum putus están.  Lo mismo sucede con los racistas, los segregacionistas y los que creen que no todos los hombres o mujeres son iguales. Estas personas, al no poder regir su actividad de acuerdo a los principios que obligatoriamente deben tener, no podrían tener acceso al poder político, lo cual se lee bien chido en un principio pero… ¿No que todos los individuos gozarán de los mismos derechos independientemente de las ideas que profesen? ¿No que los derechos consagrados en la constitución no podrán restringirse por ministerio de las ideas que tenga el pelao gobernao? ¿No por ahí se eleva a máxima aquello de “puedo no estar de acuerdo con lo que dices pero pelearé hasta la muerte por tu derecho a decirlo”? (aaah es que aquí hablaban de “decirlo”, no de pensarlo).

Ejm.

Pero creo que lo más grave es que los sujetos que quieran participar en la vida política del país deben estar casados con la idea de la democracia (recordemos que los partidos políticos deben tener como “principio” “conducir sus actividades por la vía de la democracia”) y todavía más cabrón: deben respetar a las instituciones que emanen de la Constitución y sus Leyes aún y cuando sean el lastre putrefacto que han resultado ser.

¿Quién puede respetar en conciencia a un Congreso que supuestamente nos representa cuando en las elecciones de 2009 menos del 44% de los mexicanos realmente eligió a los pendejos que fueron pustulados por los partidos políticos?

¿Quién puede respetar en conciencia a un “Instituto Federal Electoral” que avala y declara su supuesta representatividad aún y cuando sabe que no recibieron el apoyo ni siquiera de la mitad de los electores?[2]

¿Quién puede respetar a Instituciones como las Comisiones de Derechos Humanos que a pesar de ser emanadas por las leyes y la Constitución sólo se limitan a generar un gasto al erario público para generar “recomendaciones” o dictámenes que no sirven para nada porque las autoridades a las que se las hacen pueden ignorarlas sin un pedo en la vida?

¿Quién fregados va a respetar a una corporación policiaca integrada con todas las formalidades, ritos y requisitos que nos indican las leyes pero que es incapaz de ejercer sus funciones adecuadamente mientras nos roban o nos matan?

¡Si a veces dan ganas de pedirles a los H.H. miembros de la delincuencia organizada que en lugar de estar matando congéneres se volteen y apunten sus granadas para donde vean los logotipos de esas Instituciones “emanadas de la Constitución y sus Leyes”!

De acuerdo a nuestras leyes, los únicos que pueden ejercer cargos dentro del poder público de la Federación son quienes han jurado lealtad a las instituciones, ideologías y sistemas que existen y que han preservado el status quo desde que se promulgó nuestra primera Constitución.

Concedido, no es posible esperar que toda la horda de cabrones con delirios de grandeza pretenda ejercer un cargo público de elección popular nomás porque la erección matutina les indicó un “si se puede”. Si todos los ciudadanos de un determinado distrito tuvieran ganas de postularse como candidato a algún cargo popular (ejercer su derecho a ser “votado”) así como así, la verdad es que el sueño mojado de la democracia terminaría en colchón seco porque… ¿Quién iba a votar por alguien mas que por si mismo? Y aún si realmente hubiera alguien que obtuviera una  “mayoría” por dos, tres, cien o mil votos... ¿Realmente eso lo legitimaría para representar a toda la población de un distrito, municipio, estado o incluso la federación?  Y lo peor es que se correría el riesgo de tener literalmente millones de ciudadanos haciendo millones de campañas  y si con las que hay se arma un desmadre… ¿Se imaginan?

Evidentemente tiene que haber filtros que descarten la posibilidad de tener una elección empatada porque cada candidato votó por si mismo, impidan empates entre cientos o miles de candidatos que curiosamente tuvieron el mismo número de votos o permitan que ebrios consuetudinarios con adicciones al porno pretendan acceder al poder público; debe haber instituciones que tengan como fin “promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de la representación nacional y como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público” (sic. Del artículo 41 que ya nos chutamos), lo ojete es que en nuestro país, ese rol se le ha dado a los partidos políticos, organizaciones que de entrada tienen que tener como principio rector el respeto a un sistema que nos ha llevado al borde del escusado en el que estamos.

El pilli de hoy, ese sujeto de la clase designada para gobernar no surge del útero materno, sino del bautizo del Instituto Federal Electoral, cuando abandonando sus ideas propias o de menos haciéndose pendejo se adhiere, al menos de palabra, a una declaración de principios los cuales no sólo le valen madres en la mayoría de los casos, sino que el resto de los macehuales, individuos retrógradas destinados a obedecer, no podemos compartir ni quizá por un mero ejercicio de congruencia.

El pilli es de entrada quien ejerce el monopolio del poder legislativo[3] y, consecuentemente quien puede hacer con las leyes lo que se le pegue su regalada gana.  Puede establecer los impuestos que se le cobrarán a los macehuales, el tributo que su clase habrá de recibir de esos impuestos e incluso puede establecer normas por las cuales pueden ser juzgados por los de su propia clase y no por los tribunales que juzgan al resto de la sociedad.

¿Aaaah que no?

De acuerdo a la fracción IV del artículo 74 de nuestra Constitución, los diputados federales (funcionarios designados por “elección popular” y miembros necesariamente de un partido político) tienen como facultad exclusiva “aprobar anualmente el Presupuesto de Egresos de la Federación, previo examen, discusión y, en su caso, modificación del Proyecto enviado por el Ejecutivo Federal, una vez aprobadas las contribuciones que, a su juicio, deben decretarse para cubrirlo. Asimismo, podrá autorizar en dicho Presupuesto las erogaciones plurianuales para aquellos proyectos de inversión en infraestructura que se determinen conforme a lo dispuesto en la ley reglamentaria; las erogaciones correspondientes deberán incluirse en los subsecuentes Presupuestos de Egresos”.

Y ¿qué creen? Pues que nuestros diputados han establecido un método bien interesante para determinar cuánto dinero se ha de destinar a los partidos polìticos en el país mediante la expedición del artículo 78 del COFIPE.

Artículo 78

1. Los partidos políticos tendrán derecho al financiamiento público de sus actividades, independientemente de las demás prerrogativas otorgadas en este Código, conforme a las disposiciones siguientes:

a) Para el sostenimiento de actividades ordinarias permanentes:

I. El Consejo General del Instituto Federal Electoral determinará anualmente el monto total por distribuir entre los partidos políticos conforme a lo siguiente: multiplicará el número total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral, a la fecha de corte de julio de cada año, por el sesenta y cinco por ciento del salario mínimo diario vigente para el Distrito Federal;

II. El resultado de la operación señalada en la fracción anterior constituye el financiamiento público anual a los partidos políticos por sus actividades ordinarias permanentes y se distribuirá de la siguiente manera:

- El treinta por ciento de la cantidad total que resulte se entregará en forma igualitaria a los partidos políticos con representación en alguna de las Cámaras del Congreso de la Unión.

- El setenta por ciento restante se distribuirá según el porcentaje de la votación nacional emitida que hubiese obtenido cada partido político con representación en alguna de las Cámaras del Congreso de la Unión en la elección de diputados por mayoría relativa inmediata anterior;


Como se puede observar hay una fórmula que establece la tajada que los pillis se van a llevar de la lana que todos los ciudadanos de a pie soltamos por medio del pago de  impuestos federales como el IVA el ISR o el IETU, y dicha fórmula no es proporcional a la cantidad de recaudación que “lolita” se carga, sino al número de ciudadanos inscritos en el padrón electoral.

De acuerdo al artículo citado, no importa cuánta lana logre recaudar la Federación para sus gastos, no importa si fue un año de recesión y la recaudación bajó, no importa si hubo una epidemia que impidió que la gente honesta y trabajadora moviera la economía y generara ingresos para la Federación como sucedió durante en el 2009 con el cierre de múltiples negocios por temor a que los clientes se infectaran con una mutación de la influenza porcina.   De acuerdo a la norma establecida (evidentemente por los pillis) en realidad vale madres lo que le pase a la economía del país, la lana que les va a tocar a ellos se va a determinar dependiendo del número de pendejetes que se inscriban al padrón electoral y aquí me voy a regresar un poco a las elecciones del 2009 porque hay algo que creo que resulta sumamente interesante.

Como ya se dijo, en las elecciones para diputados federales del 2009 menos del 44% de la gente que se inscribió en el padrón electoral ejerció su derecho al voto, es decir de 77 millones de personas inscritas, sólo 34 fueron a las urnas… ¿Por qué sería? ¿Por qué inscribirse a un padrón electoral si no tienes intenciones de votar?[4]

Entre otras cuestiones, porque a la fecha en que escribo esto, la credencial para votar con fotografía es el único documento de identificación oficial gratuito y para obtenerla se tiene uno que inscribir en el dichoso padrón electoral.

Si quieres realizar cualquier trámite: desde consultar un expediente en el juzgado en el que te estàn demandadno el pago de lo que debes por andar embarazando a una vieja del congal hasta cambiar un cheque para pagalre a la vieja, tienes que tener una identificación oficial y la única que puedes obtener sin desembolsar una lana es la que te dan los pillis para que formes parte del padrón electoral y así, el presupuesto que se les asigna crezca.

 Pero además de la lana que los pillis se han autoestablecido para sus actividades ordinarias, a güebo les tenemos que dar para gastos de campaña[5] y para “actividades específicas de interés público”[6].  Así que, con todo y todo, los partidos políticos en 2010 se asignaron $2,910,057,120.44 (dos mil novecientos diez millones cincuenta y siete mil ciento veinte pesos con cuarenta y cuatro centavos)[7] y eso solamente para actividades “ordinarias” a Nivel Federal[8]. Asì pues, como no hubo elecciones federales en 2010, sólo se les dio un 3% adicional para actividades específicas que le costó al presupuesto un pellizco de a $87,301,713.61 (ochenta y siete millones trescientos un mil setescientos trece pesos con sesenta y un centavos) adicional para un hermosísimo total de  $2,997,358,834.05 (dos mil novecientos noventa y siete mil millones trescientos cincuenta y ocho mil ochocientos treinta y cuatro pesotes y 5 céntimos).  Aaaah, pero eso no es todo, recordemos que como México es una Federación, cada Estado tiene que mocharse con el financiamiento de los partidos de acuerdo a cada uno de sus códigos electorales (también establecidos por diputados locales de elección popular que tienen que ser miembros de un partido político para ser elegidos) y así, nos encontramos que en ciertos Estados, como el Estado de México, el financiamiento ordinario a los partidos políticos es menos de la mitad de lo que el Estado les otorga y es que, además de sus actividades ordinarias, a los niños se les tiene que dar (repito, al menos en el Estado de México) una lana para “la obtención del voto” (que en 2009 fue el doble de lo que se les otorgó para actividades ordinarias) y otra lana para “procesos internos”.

Busqué en las páginas electrónicas de los Consejos e Institutos Electorales de los Estados las cantidades de financiamientos para partidos políticos otorgados y logré un aproximado de acuerdo al cuadro que transcribo a continuación.

Estado
Financiamiento según Instituto o Consejo Estatal Electoral
Notas
Baja California
9977542.44
Financiamiento de 2009 para actividades ordinarias
Baja California Sur
8230110.95
Financiamiento de 2009 publicado como total
Campeche
37442576.37
Financiamiento de 2009 de acuerdo a Informes de Partidos Políticos
Chiapas
30932136.13
Financiamiento para actividades ordinarias 2010
Chihuahua
155182680
Publicado como financiamiento total 2010
Coahuila
35506742.76
Publicado como financiamiento total de 2009
Colima
12184082.1
Publicado como financiamiento para actividades ordinarias de 2010
Distrito Federal
276194060.2
Publicado como financiamiento para actividades ordinarias de 2010
Durango
54278640
Publicado como financiamiento ordinario y para gastos de campaña 2010
Estado de México
691807723.7
Publicado como financiamiento total 2009. Se contemplan actividades ordinarias, para obtención del voto, específicas y organización de procesos internos.
Guanajuato
41521882
Publicado como financiamiento de 2010. No especifica actividades.
Guerrero
105906799.9
Publicado como financiamiento total para 2010
Hidalgo
83621154.08
Suma de financiamiento para actividades ordinarias para 2010 más actividades para elecciones a gobernador y a diputados locales
Jalisco
166218075.5
Publicado como financiamiento total para 2010
Michoacán
28309976.57
Publicado como financiamiento total para 2010
Morelos
57024642
Publicado como financiamiento para actividades ordinarias de 2010
Nayarit
11207326
Suma de financiamiento para partidos políticos 2010 (no especifica tipo de actividades)
Nuevo León
36005757.78
Publicado como financiamiento para actividades ordinarias 2010
Oaxaca
40398764.3
Publicado como financiamiento para actividades ordinarias 2010
Puebla
79571310.24
Publicado como financiamiento total para 2010
Querétaro
12674697
Publicado como financiamiento para actividades ordinarias 2010
Quintana Roo
15961275
Publicado como financiamiento para actividades ordinarias 2009
San Luis Potosí
No disponible
Página no disponible al momento de la realización de este trabajo
Sinaloa
155279208.6
Publicado como total (no especifica) para 2010
Sonora
46197522
Publicado como financiamiento para actividades ordinarias 2010
Tabasco
53684664
Publicado como financiamiento para actividades ordinarias más actividades extraordinarias para 2010
Tamaulipas
73275531.57
Publicado como financiamiento para actividades ordinarias, específicas y para la obtención del voto 2010
Tlaxcala
26337054.5
Publicado como financiamiento para actividades ordinarias 2010
Veracruz
101693472
Publicado como financiamiento total para 2010
Yucatán
26521088.25
Publicado como financiamiento para actividades ordinarias, específicas y de fortalecimiento al régimen de partidos de 2009
Zacatecas
113417187.9
Publicado como financiamiento a actividades ordinarias para obtención del sufratio y actividades específicas 2010
Total:
2,586,563,684.00
Dos mil quinientos ochenta y seis millones quinientos sesenta y tres mil seiscientos ochenta y cuatro pesos

Si sumamos el total del financiamiento a partidos políticos por parte de la Federación y la cantidad que aproximadamente recibieron los partidos políticos a nivel estatal de acuerdo al cuadro de arriba (en el que no se tomó en cuenta el estado de San Luis Potosí, se presentaron cantidades de 2009 en algunos casos y en otras sólo los financiamientos para actividades ordinarias sin contar otros que pudieran existir), nos encontramos con un total aproximado de $5,583,922,518.05 (cinco mil quinientos ochenta y tres millones novecientos veintidós mil quinientos dieciocho pesos con 5 céntimos) como un estimado leve de lo que los partidos políticos se asignan.

Sólo para que se den una idea, esa cantidad es mayor a la que el presupuesto Federal de 2010 destinó a “temas laborales” (y se supone que el presidente fecal que tenemos iba a ser “el del empleo”), turismo (siendo que muchas de las entidades de nuestro país subisten del turismo) y “temas agrarios” (y luego se extrañan de que el campo no produzca en México). 
¿Lo quieren más cabrón?

De acuerdo a su decreto de presupuesto de egresos para el año 2010, el costo de los partidos políticos en nuestro país es equivalente no al doble, ni al triple, sino aproximadamente a 10 veces el presupuesto de seguridad pública de TODO el estado de Tlaxcala[9] o casi al doble del gasto total de seguridad pública y procuración de justicia en el estado de Puebla[10].  Está bien que Tlaxcala esté chiquito y que en Puebla puro camote, pero… ¡No mamen!  ¿Se prefiere mantener al sistema electoral que cuidar la vida y seguridad de todos los habitantes de varios Estados completos de la República?

No podemos salir a la calle en la noche sin temor de que nos metan un tiro, pero si podemos y de hecho debemos pagar por mantener catervas de cabrones privilegiados que nomás por rendirle pleitesía a una tradición cuasi centenaria pueden aspirar a gobernarnos y ponerse sueldos majestuosos que empiezan incluso antes de ocupar un cargo de elección popular[11].

¿Qué que pueden esperar después de la elección?

Bueno, como se dijo antes, los pillis de la cámra de diputados tienen dentro de sus facultades el establecer qué le toca a cada entidad de gobierno incluyendo, por supuesto, cuanto le va a tocar a los diputados, senadores y el resto de los macehuales.

Para que se den una idea de cómo se las gastan o mas bien, nos las hacen gastar en ellos,  el presupuesto asignado para servicios personales de la oficina de la presidencia fue de $106,234,317 (ciento seis millones doscientos treinta y cuatro mil trescientos diecisiete pesos).  El presidente de la república básicamente nos cuestó mensualmente $8,852,859.75 (ocho millones ochocientos cincuenta y dos mil pesos con setenta y cinco centavos) de puros servicios personales que incluyen evidentemente el sueldo del preciso y el de sus achichintles y asesores personales sin incluir a su secretaría particular (que tiene su presupuesto aparte).

Según lo que pude averiguar, al preciso le toca para él solito un sueldo de $164,573.29 (ciento sesenta y cuatro mil quinientos setenta y tres pesos con veintinueve centavos) mensuales que equivalen aproximadamente a 109 salarios mínimos mensuales.

Ahora, si vemos el presupuesto destinado para pagar los “servicios” del poder legislativo federal integrado por 500 diputados y 128 senadores (628 individuos), veremos que cada uno de los pillis que integran el gremio de hacedores de leyes federales en nuestro país nos cuesta $8,146,578.03 (ocho millones ciento cuarenta y seis mil quinientos setenta y ocho pesos con tres centavos) al año, que viene siendo como si mantuvieramos a seiscientos veintiocho presidentitos…. Como que si conviene suscribirse a una declaración de principios que joden a todo un país ¿no?

¡Coño! ¡Pene! (o anexas). Si me meto algo así como dos millones de pesos al año y mi cargo dura de menos 3 años…. ¿Cómo demonios no vender mi alma al sistema? Y si además puedo hasta matar sin que me molesten…. ¿Cómo no olvidarme de cualquier ética o principio moral distinto a los que me marque mi partido?

Aaaaah, porque esa es otra:  Los pillis pueden hasta matar con total impunidad.

Ya vimos que sólo los miembros de los partidos políticos pueden realmente acceder al poder público en nuestro país, ya vimos que estos pillis, se auto-asignan las mercedes que habrán de tocarles y establecen los tributos que habremos de pagarles para que puedan cobrar sus mercedes, pero evidentemente una clase aparte como son nuestros pillitos no podrían ser una clase aparte si no tuvieran procedimientos legales que les permitieran hacer lo que se les pegara la gana mientras nosotros, el resto de los macehuales, debemos estar sometidos a los embates de nuestras predatorias corporaciones policíacas, que diga, al sacro santo imperio de la Ley y para eso existe el artículo 111 de nuestra Constitución que de veras, tiene que leerse integro para poder apreciar la burla que es nuestra supuesta igualdad jurídica.

Artículo 111.- Para proceder penalmente contra los diputados y senadores al Congreso de la Unión, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral, los consejeros de la Judicatura Federal, los Secretarios de Despacho, los diputados a la Asamblea del Distrito Federal, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, el Procurador General de la República y el Procurador General de Justicia del Distrito Federal, así como el consejero Presidente y los consejeros electorales del Consejo General del Instituto Federal Electoral, por la comisión de delitos durante el tiempo de su encargo, la Cámara de Diputados declarará por mayoría absoluta de sus miembros presentes en sesión, si ha o no lugar a proceder contra el inculpado.

Si la resolución de la Cámara fuese negativa se suspenderá todo procedimiento ulterior, pero ello no será obstáculo para que la imputación por la comisión del delito continúe su curso cuando el inculpado haya concluido el ejercicio de su encargo, pues la misma no prejuzga los fundamentos de la imputación.

Si la Cámara declara que ha lugar a proceder, el sujeto quedará a disposición de las autoridades competentes para que actúen con arreglo a la ley.

Por lo que toca al Presidente de la República, sólo habrá lugar a acusarlo ante la Cámara de Senadores en los términos del artículo 110. En este supuesto, la Cámara de Senadores resolverá con base en la legislación penal aplicable.

Para poder proceder penalmente por delitos federales contra los Gobernadores de los Estados, Diputados Locales, Magistrados de los Tribunales Superiores de Justicia de los Estados y, en su caso, los miembros de los Consejos de las Judicaturas Locales, se seguirá el mismo procedimiento establecido en este artículo, pero en este supuesto, la declaración de procedencia será para el efecto de que se comunique a las Legislaturas Locales, para que en ejercicio de sus atribuciones procedan como corresponda.

Las declaraciones y resoluciones de las Cámaras de Diputados o Senadores son inatacables.

El efecto de la declaración de que ha lugar a proceder contra el inculpado será separarlo de su encargo en tanto esté sujeto a proceso penal. Si éste culmina en sentencia absolutoria el inculpado podrá reasumir su función. Si la sentencia fuese condenatoria y se trata de un delito cometido durante el ejercicio de su encargo, no se concederá al reo la gracia del indulto.

En demandas del orden civil que se entablen contra cualquier servidor público no se requerirá declaración de procedencia.

Las sanciones penales se aplicarán de acuerdo con lo dispuesto en la legislación penal, y tratándose de delitos por cuya comisión el autor obtenga un beneficio económico o cause daños o perjuicios patrimoniales, deberán graduarse de acuerdo con el lucro obtenido y con la necesidad de satisfacer los daños y perjuicios causados por su conducta ilícita.

Las sanciones económicas no podrán exceder de tres tantos de los beneficios obtenidos o de los daños o perjuicios causados.

En el primer párrafo esta maravilla de congruencia jurídica que evidentemente armoniza la idea de igualdad ante la ley con la práctica del gobierno democrático, establece que ningún diputado, senador o amigos que los acompañen[12] pueden tocar chirona o ser sancionados por los delitos que cometan, a menos que la mayoría de la cámara de diputados / pillis decidan (por sus pistolas o por cualquier otra cosa que que quieran apuntar a los macehualines) que uno de sus compañeros, ratificados o asignados por ellos mismos puede ser responsable penalmente; en el párrafo cuarto se da una prerrogativa similar al presidente, quien solo podrá ser sometido a juicio por sus delitos si el Senado lo autoriza y; en el párrafo 5º se concede también una prerrogativa similar a los gobernadores, diputados locales y cuates que los acompañan, solo que en este caso serán los congresos locales quienes decidirán si los niños deben o no ser castigados por portarse mal.

Como ven, aún y cuando uno de los pillis o sus cuates hayan masacrado a todas las monjas de un convento, violado a todos los niños de un orfanato o vendido un Estado de la república a la delincuencia organizada, son los otros pillis quienes por votación pueden determinar si se les castiga o no mientras tengan su puesto y en realidad no hay ninguna regla, disposición o norma que los obligue a votar en un sentido u otro.

Se supone que este super-poder que se concede a cierto tipo de personas al menos en este país se da para que los Poderes de la Unión no puedan obstaculizarse entre si (no se rían que es en serio).

Como la procuración de Justicia y la investigación y persecución de los delitos es una obligación exclusiva del ministerio público (según el artículo 21 de la Constitución) y como el mentado ministerio depende del poder ejecutivo, la teoría dice que si no existiera algo así como el artículo 111, cualquier come-tamales del honorable cuerpo de investigadores podría iniciar investigaciones e incluso ordenar la detención de los miembros de los otros poderes mientras termina de decidir si participaron o no en un delito (fabricado o no), lo cual evidentemente sería un pecado gravisisisimo en contra del Sacro Orden Democrático; sin embargo, los arquitectos del sistema ese que se carga nuestro país no tomaron en cuenta el monstruo institucional que estaban creando y es que, para poder sujetar a un pilli a la legalidad a la que el resto de los macehuales estamos sometidos, los de la clase dominante primero se tienen que poner de acuerdo para llevar a cabo una votación, programarla y luego votar según su propia conciencia, como ya se dijo, para decidir si el delito por el que se acusa a uno de los suyos es lo suficientemente grave para persegurilo.

Lo anterior establece dos mentadas: una de madre y una de abuela.

La mentada de madre se da porque de aquí a que los pillis de la cámara de diputados (o en su caso de senadores) se pongan de acuerdo para llevar a cabo la votación, su colega maligno no solo sabrá que está siendo sujeto al mismo proceso sino que no puede ser detenido en caso de que quiera salir del país.

Ok, veamos la receta para el crimen perfecto:

  1. Inscribirse en un partido político.
  2. Hacer lo necesario para ocupar uno de los puestos contemplados en 111 de la Constitución (ya sea por votación o porque se convence a la gente del partido de conceder una diputación plurinominal[13]).
  3. Conseguir un seguro de vida por varios millones para un tercero, colocándose como beneficiario.
  4. Matar al tercero.
  5. Cobrar el seguro.
  6. Mudarse a China.

Si bien es cierto que es posible perseguir el delito del pilli en cuanto este deja el cargo, también lo es que todos los cargos mencionados por el artículo 111 se pueden ejercer por lo menos por tres años (los ministros de la suprema corte lo son hasta que se retiran) y como no se puede proceder penalmente en contra de estas personas mientras estén en su cargo, o mientras no haya la declaración de la Cámara correspondiente, tienen tiempo suficiente para abordar un avión e irse a algún país sin extradición a México (como la China).

El pilli con cargo público podría llegar al extremo de pegarle un tiro a otra persona enfrente de las cámaras de todas las estaciones de televisión del mundo y después de hacerlo, tomar un avión y largarse del país…. Así nomás.

De aquí a que la Cámara de diputados se pone de acuerdo para hacer la votación y la lleva a cabo, cualquiera tendría tiempo de llegar hasta a Timbuktú mientras hace “trucutú”.

Por otra parte, la mentada de abuela se dá porque finalmente los pillis estàn en posibilidad de votar libremente a fin de determinar si se persigue o no a su colega y eso implica que a veces los mismos pillis pueden votar por no iniciar la persecución del miembro de su casta por cuestiones que beneficien a su casta o incluso a proyectos “legítimos” de nación en un supuesto intento por mejorar la situación del país.

Vamos a suponer que el Presidente de la República este finalizando la negociación de un Tratado con la Unión Europea que permitirá al estado Mexicano venderle a Europa petróleo al doble del precio normal por los siguientes 300 años (jajajaja, me la mamé, me la mamé, me la mamé, pero bueno, la intención es que el ejemplo sea más bien mamatorio o por lo menos esté ensalivado).  Eso evidentemente sería mucho más benéfico para el país que meter al tanque a un presidente que le dio quinientas puñaladas a su esposa en las escaleras de la cámara de diputados, sin embargo, podría hacer posible que un presidente homicida permaneciera libre mientras siguiera en su cargo o se escapara a la China, situación que en cualquier caso, haría impune a un pilli por algo que un macehual sería castigado.

Nooooo ni como buscar la manera de continuar las negociaciones con otra persona o que alguien asuma el papel del presidente (de preferencia alguien sin tendencia a hacerle al barba azul)… Aquí la idea es que el que empiece con un proyecto que beneficie a la nación lo termine, aunque sea un maldito psicópata que igual come chamacos o les extrae el corazón a sus enemigos en las ruinas del templo mayor por eso de seguir con las tradiciones pre-gachupinas.

¿Ya les quedo claro? Los pillis tienen derechos que el resto de la población no tienen (pueden ejercer cargos de elección popular), cuentan con un capital para financiar sus actividades y su subsistencia directamente del erario público (a cargo de los macehuales), tienen la capacidad de determinar la cantidad de ese capital y para acabarla de chingar, pueden hacer lo que se les pegue su re-chingada gana en nuestro país con el pretexto de dar un servicio al pueblo…. No sé mucho, pero la verdad eso no se me hace democrático aún y cuando el COFIPE diga que los pillis deben tener como principio el respeto irrestricto a la democracia para ejercer cargos de “representación” popular.

¡A mi mis timbres!  Es imposible pensar que una persona que tiene tantas prerrogativas que el resto no tiene pueda tener una concepción igual o siquiera semejante de la vida y mucho menos representarlas desde un pedestal, pero puedo equivocarme, puede ser que los que nos dejaron este sistema tan lindo que tenemos tengan una concepción más judeo-cristiana del asunto y piensen que así como Dios se “volvió hombre” porque olía a paisano, así los pillis pueden representar a los macehuales.

Digo, al final de cuentas todos tenemos dos piernas, dos brazos y una boca ¿No? Qué mas da que uno pueda caminar sobre el agua, convertir el agua en vino o matar a su esposa sin ser perseguido mientras el resto de la indiada nos ahogamos hasta en un charco, ni agua para beber tenemos y no matamos ni a una rata por temor a que las autoridades nos vayan a salir con que era especie en peligro de extinción.

Para que se entienda lo anterior les voy a poner un ejemplo:

Afortunadamente yo gano algo más del salario mínimo y me puedo dar el lujo de gastarme $20.00 (veinte) pesitos en unas galletitas y un café para desayunar cada mañana, situación que me implica un presupuesto para comida chatarra de $400.00 (cuatrocientos pesos) al mes.  Suponiendo que me gastara la misma cantidad para comer y cenar (ojo: no veinte para comer y veinte para cenar, sino veinte para comer y cenar), tendría un presupuesto de $800.00 (ochocientos pesos) para comida al mes, lo cual me dejaría algo así como $800.00 (ochocientos pesos) para pagar un lugar donde vivir, para transportarme al trabajo y para pagar todos mis gastos DEL MES si ganara el salario mínimo.

¿Están conmigo? Pus ojo al parche y, chamaco, guárdate eso y vete atrás de la raya que me desconcentras.

Lo que un pilli con un puesto público gana al mes es EN PROMEDIO CIEN VECES LO QUE UNA PERSONA QUE GANA EL SALARIO MINIMO GANA, las galletitas y el café se las regalan en el palacio legislativo y aunque no se las regalaran, se las podrían robar de la tienda de la esquina sin que nadie les pudiera hacer un carajo.

¡¿Cómo va a comprender de la misma forma al mundo una persona que no tiene que preocuparse por sus galletitas de en la mañana, ni de cuantos peseros tiene que tomar para llegar a su trabajo ni de… pus de que fregados se pueden preocupar estos cabrones sino de seguir teniendo un puesto que les permita conservar sus privilegios?!

Ok, ok, no soy psicoanalista, no sé a ciencia cierta de que se puede preocupar un pilli, pero si sé que no se va a preocupar de las mismas cosas que un macehual… ¿Por qué lo sé? Porque yo, que también soy macehual, no sé de las preocupaciones que tiene una persona que no tiene el suficiente dinero ni siquiera para comprarse unas pinches galletas y un café para desayunar; no sé, para serles sincero, cómo le haría para administrar un salario mínimo al mes y lograr sobrevivir mes sin tener que recurrir a robar, mendigar o vender tacos de cilantro deshidratado[14].

Si pudiera atreverme a hacer una conjetura maligna y pendeja como lo soy, me aventuraría a decir que un cabrón que está ganando un salario mínimo tiene la mente fija en que su dinero le alcance y consecuentemente, estaría más que interesado en que se hicieran reformas para que su poder adquisitivo se levantara[15], pero lo acepto, eso puede ser una conjetura pendeja.

Después de todo, los que nos representan ante el aparato de gobierno, dicen que lo que necesitamos con urgencia son reformas legales que permitan el matrimonio entre personas del mismo sexo, que se impongan doscientos años de prisión a secuestradores y violadores, que se establezca si se pueden o no aliar dos partidos políticos para competirse una elección, que no se puedan vender antibióticos sin receta médica, que se hagan comisiones para investigar quien fue el responsable de la masacre del 68… Claro, todo eso es más importante que hacer que el salario mínimo deje de ser el requisito mínimo para pasar hambre y se vuelva el ingreso suficiente para sobrevivir, tener un lugar donde vivir y ropa que ponerse.

Podemos ver las iniciativas que se han propuesto y discutido en todos los ordenes de gobierno durante los últimos dos sexenios y veremos que ninguna, NINGUNA, ha tenido por objeto el establecer medios para evitar la evasión de impuestos, mejorar las condiciones de trabajo o mucho menos la disminución de los putazos que le tocan al contribuyente cautivo…. Pero ¿qué tal reformas en las instituciones electorales? ¿Qué tal topes presupuestales de campaña?

Por lo visto, parece ser que el paradigma de nuestro sistema legal es perpetuar la “libertad”, la “democracia” y las “instituciones que nos rigen”, lo cual se oye padrísimo en el contexto de un himno nacional que nos llama a aprestad el acero y el bridón o a morir por la patria igual que los indios morían en las encomiendas coloniales porque tenían que sufrir para alcanzar la gloria de Dios.

En el 2010 se celebraron célebres aniversarios de las luchas en las que se derramó la sangre con la que se pagó la Constitución que ahora nos rige, pero al parecer alguien quedó a deber algunas letras porque aquí seguimos muriendo no en una lucha armada, sino en la calle en la que nos dimos cuenta de que ya no teníamos pa’ donde hacernos o en la que nos alcanzaron las balas de los cabrones que protegen a los que venden los tacos vegetarianos que ya pasaron lista.

Y hablando de tacos vegetarianos y medios para quemarle las patas al chamuco, recuerdo que en esos recuerdos obnubilados de tiempos y lugares re -motos, alguna vez estuvo otra clase en la que me dijeron que el pueblo tiene el gobierno que se merce… Pero esa, esa es otra historia.





[1] Para las elecciones del 2009, dado que la población según el Instituto Nacional de Geografìa e Informática había 77 millones de personas en el país por lo que un partido politico tenía que tener 100200 (cien mil doscientos) miembros.
[2] De acuerdo a los resultados Oficiales que se manejan en las votaciones mencionadas, de un padrón electoral de 77 millones de ciudadanos, sólo 34 millones se molestaron en votar y de esos 34 millones de votos, casi dos millones fueron anulados en repudio a los candidatos que se presentaron por parte de los partidos políticos.
[3] todos los diputados y senadores que integran al poder legislativo se eligen o por votación popular o por “representación” prlurinominal dependiendo del porcentaje de votos alcanzado por los partidos políticos
[4] Información obtenida del Instituto Federal Electoral.
[5] I. En el año de la elección en que se renueven el Poder Ejecutivo federal y las dos Cámaras del Congreso de la Unión, a cada partido político se le otorgará para gastos de campaña un monto equivalente al cincuenta por ciento del financiamiento público que para el sostenimiento de sus actividades ordinarias permanentes le corresponda en ese año;

II. En el año de la elección en que se renueve solamente la Cámara de Diputados, a cada partido político se le otorgará para gastos de campaña un monto equivalente al treinta por ciento del financiamiento público que para el sostenimiento de sus actividades ordinarias permanentes le corresponda en ese año; y

III. El monto para gastos de campaña se otorgará a los partidos políticos en forma adicional al resto de las prerrogativas.

[6]otro 3% del total que les toco para sus actividades ordinarias
[7] ¡Coño! Me hubieran preguntado a mi y les regalo los cuarenta y cuatro centavos.
[8] Estos datos los saqué del Acuerdo del Consejo General del Insituto Federal Electoral por el que se determinan las cifras del financiamiento público para el sostenimiento de actividades ordinarias permantentes y por actividades específicas de los Partídos Politicos Nacionales para el año 2010 (CG20/2010)
[9] De acuerdo al decreto correspondiente, la partida para la seguridad pública en el Estado de Tlaxcala para el año 2010 fue de $597,916,189.89 (quinientos noventa y siete millones novecientos dieciséis mil ciento ochenta y nueve pesos con 89 centavos)
[10] De acuerdo al decreto correspondiente, la partida para seguridad pública del estado de Puebla para el año 2010 fue de $1,541,890,653.83 (mil quinientos cuarenta y un millones ochocientos noventa mil seiscientos cincuenta y tres pesos con ochenta y tres centavos), la de procuración de justicia fue de $522,593,441.37 (quinientos veintidós millones quinientos noventa y tres mil cuatrocientos cuarenta y un pesos con treinta y siete centavos) y la aportación de la federación para el rubro fue de $278,658,188.00 (doscientos setenta y ocho mil millones seiscientos cincuenta y ocho mil ciento ochenta y ocho pesos).
[11] Al momento de realizar esta madre, la página de Internet del Partido Acción Nacional reconocía abiertamente y sin tapujos que el presidente del partido se embolsa más de ochenta mil pesos al mes (esto es algo así como 60 veces el salario mínimo) sólo como salario por presidir el partido.
[12] Recordemos que aunque no son funcionarios electos (pillis), los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral, los consejeros de la Judicatura Federal, los Secretarios de Despacho, el Procurador General de la República y el Procurador General de Justicia del Distrito Federal, así como el consejero Presidente y los consejeros electorales del Consejo General del Instituto Federal Electoral son ratificados o nombrados por el Senado o bien por algún órgano ratificado o nombrado por el Senado y por otra parte, los diputados a la Asamblea del Distrito Federal y el Jefe de Gobierno del Distrito Federal son también funcionarios elegidos por “sufragio popular”.
El  COFIPE perimte a los partidos políticos nombrar por sus pistolas a cierto número de diputados dependiendo el porcentaje de votación que obtengan en las elecciones. A estos diputados nombrados por las mentadas armas, se llaman “plurinominales”.
[14] ¿Y luego se preocupan de que haya tanto narco menudista? ¡No mamen!
[15] Personalmente creo que si se rasurara el gasto público para eliminar burocracia y programas inútiles, se hicieran reformas que permitieran un sistema impositivo en que mas personas pagaran menos impuestos, no sólo sería posible aumentar el salario mínimo sobre bases que permitieran un poder adquisitivo real, sino crear más fuentes de trabajo.